La
medicina personalizada es un tema recurrente hoy en día en nuestra
sociedad. Los medios de comunicación nos bombardean con estas dos
palabras de forma bastante frecuente, y no es casualidad ya que desde
hace una década más o menos, viene siendo uno de los objetivos
principales de las investigaciones biomédicas.
La
medicina personalizada no es otra cosa que lograr que el enfermo se
cure a sí mismo. Suena extraño, lo sé, pero es así. Se basa en la
extracción de células del propio paciente, convertirlas en células madre
y después lograr que éstas se diferencien de tal forma que podamos
generar nuevos tejidos y órganos que sustituyan a los que el paciente
tiene dañados.
A
una gran parte de la sociedad, ajena a la ciencia, puede parecerle algo
descabellado, casi de ciencia ficción o incluso a parte de la comunidad
científica, pero hoy en día es algo bastante “factible”. Más aún
después del estudio de un grupo de científicos japoneses, del cual se hace eco la web especializada en ciencia Materia,
en el cual extrajeron células adultas de roedores, las reprogramaron en
el laboratorio convirtiéndolas en células madre totipotentes y las
convirtieron en células tisulares y de médula ósea. Después, las
insertaron en los mismos roedores de los cuales las habían extraído y,
de forma sorprendente y esperanzadora, comprobaron que no había rechazo.

Este
hecho parece algo lógico ya que tus propias células no deberían
producirte rechazo, pero en el 2011 un grupo de científicos
estadounidenses publicaron un estudio
en el que demostraban que el uso de células reprogramadas provocaba
rechazo. Este estudio tiró por tierra muchas esperanzas que se habían
generado tras conseguir reprogramar células madre adultas, es decir, ya
diferenciadas.
La
reprogramación celular era un tema muy controvertido y llegar a obtener
las técnicas necesarias para lograrlo fue todo un hito, de hecho
mereció la concesión del Nobel
a sus descubridores, como ya comentamos en este blog , ya que el uso
de células madre convencionales estaba envuelto en una gran polémico
social, ya que suele obtenerse de embriones, lo cual abre un debate
moral en que la iglesia juega un gran papel. (Por cierto, en este mismo blog os hablamos sobre los Premios Nobel relacionados con la Biotecnología)

Volviendo
al artículo publicado por los científicos del NIRS, hay que resaltar
que ha probado que las células reprogramadas causan igual o menos
rechazo que las células madre embrionarias. Los ratones que recibieron
piel y médula ósea creada en laboratorio a partir de sus propias células
no mostraron rechazo tras cinco meses. De hecho, el trabajo logró
devolver a la normalidad a ratones cuya médula ósea había sido arrasada
con radiación y que no podían producir las células madre sanguíneas
esenciales para la vida, tal y como indica Materia.
Sea
como fuere, cabe destacar que este estudio ha devuelto las esperanzas a
la reprogramación celular, ya que esta técnica es el futuro real de la
medicina personalizada. Poder crear líneas celulares para cada paciente
que a su vez no generen rechazo es cuanto menos ilusionante, ya que éste
es el poder potencial para poder realizar transplantes o reparar
cualquier tejido dañado sin incertidumbres hacia un posible rechazo.
http://esmateria.com/2013/01/09/el-trasplante-con-celulas-madre-reprogramadas-funciona-en-ratones/
http://www.nature.com/nature/journal/vaop/ncurrent/full/nature11807.html
http://news.sciencemag.org/sciencenow/2011/05/mice-reject-reprogrammed-cells.htmlEtiquetes de comentaris: Biologia cel·lular, Biotecnologia Aplicada, Biotecnología y Salud, Ciència i societat